La
Europa del Antiguo Régimen:
Durante
los Siglos XVI, XVII y XVIII aparecieron teóricos que justificaron el poder del
rey. Entre estos se destaca el francés J. B. Bossuet (1627-1704) y el inglés
Hobbes (1588-1679).
Jacques Bossuet escribió:
“… Dios
estableció a los reyes como sus ministros y reina a través de ellos sobre los
pueblos (…) los príncipes actúan como los ministros de Dios y sus
lugartenientes en la tierra. Por medio de ellos Dios ejercita su imperio. Por
ello el trono real no es el trono de un hombre sino del Dios mismo. Se
desprende de todo ello que la persona del rey es sagrada y que atentar contra
ella es un sacrilegio”.
Bossuet. La
política según las sagradas Escrituras. Libro III
Thomas Hobbes
escribió:
“…Si dos hombres desean una cosa que no pueden gozar ambos,
devienen enemigos, y en su camino hacia su fin (…) se esfuerzan mutuamente en
destruirse o subyugarse. No hay para el hombre más forma razonable de guardarse
de esta inseguridad mutua que la anticipación, y esto es, dominar por fuerza o astucia a tantos hombres como pueda. Es por ello manifiesto que durante
el tiempo que los hombres viven sin un poder común que les obligue a todos al
respeto, están en aquella condición que se llama guerra, una guerra de todo
hombre contra todo hombre”.
T. Hobbes. Leviatham (Parte primera, capítulo XIII).
Otro
pensador político
John Locke (1632-1704):
Pensaba
que el Estado no era la forma natural de vida de los hombres en sociedad, sino
el resultado de un contrato o pacto entre ellos. Observaba que originalmente
hombres y mujeres gozaban de sus derechos con plenitud y libertad, y que el
choque de intereses provocaba la guerra. En algún momento los individuos
habrían decidido hacer un pacto para garantizar la paz y los derechos de cada
uno…por esta razón renuncian a gobernarse por su cuenta y transfieren el poder.
Ese poder delegar al conjunto de la sociedad (el Estado).
Los
gobernantes electos estaban autorizados a hacer las leyes y a usar el poder
para hacer cumplirlas.
Para
Locke si alguno de los gobernantes no cumplía la función que la sociedad le
había delegado, podía ser destituido por el conjunto social; incluso destronado
si se trataba del rey.
Extraído de Santillana para 2 año de Historia, 2011.